TENGO LA CAMISA NEGRA
Jóvenes cansados de lo mismo y que aspiran a ser cultos.
“Solo los camisas negras salvaran al Perú”- Lema de Acción Legionaria.
En medio cientos de jóvenes limeños embobados por la programación nacional, en donde un cuerpo en forma vale más que el conocimiento y donde la inteligencia se mide por comer cucarachas sin medir las consecuencias. Un grupo de muchachos grita al unísono “viva, gloria” seguido de “solo los camisas negras salvaran al Perú” mientras se preparan para debatir, instruirse y planear actividades en beneficio de la sociedad.
Había acordado una cita para una entrevista con Rubén Paredes Vergara, un miembro activo de una agrupación de alrededor de 150 jóvenes llamado “Acción Legionaria” aquí en Lima, que tiene como ideología el fascismo italiano (de Benito Mussolini), y se consideran una organización política de tercera posición fascista, es decir que buscan enfatizar su posición contraria tanto al comunismo como al capitalismo, siendo antimarxistas y antiliberales (liberalismo económico), así como presentarse a sí mismos como más allá del espectro político que ubica a los partidos políticos en izquierda o derecha.

Tez morena, un metro setenta de estatura aproximadamente, camisa negra, pantalón verde olivo, botas negras de estilo militar, con diecinueve años de edad y una voz amable, así es Rubén quien desde hace dos años es integrante de Acción Legionaria.
“Me enteré de la agrupación por una pegatina que estaba en uno de los baños de la Universidad Jaime Bausate y Meza que decía: “La democracia convierte a cada hombre en opresor de sí mismo”. Me pareció muy interesante y decidí entrar a su web, pero me decepcione porque era muy simple. Meses después volví a revisar la página y la habían mejorado, pusieron su doctrina, su visión y misión. A partir de eso fue que comencé a simpatizar con sus ideas y me convencieron de abandonar mis ideas socialistas”, afirma Rubén, quien está orgulloso de portar su camisa negra y lo demuestra caminando por las calles mientras silva alguna canción de RAC (Rock anti comunista).
Esta agrupación no es un partido político en sentido estricto. No solo porque no están inscritos en el Jurado Nacional de Elecciones, sino porque no congenian con la forma actual y moderna de partido político, concebido como un ente casi empresarial. Pero son una organización que tiene una cosmovisión política, unos cuadros, unos líderes, una ideología, una filosofía, unos uniformes, una disciplina, una marcialidad que terminan por convertirlos en la verdadera concepción de cómo es que debería ser un verdadero partido político, según ellos.
Buscan crear una conciencia histórica, tienen como principal objetivo la reconstrucción de la nacionalidad puesto que son muy patriotas, desean que el peruano este orgulloso no de meras formas superficiales sino de contenidos espirituales de gran contenido transcendental, como la historia imperial de los incas, la Religiosidad y Cultura del Perú.
La historia del Fascismo en el Perú se remonta a la creación del partido fascista, Unión Revolucionaria, en la década de 1933 debido a la fuerte influencia de las colonias españolas e italianas establecidas en el país que eran las principales fuentes de propagación de las ideas fascistas por aquellos tiempos.
Sánchez Cerro fue el primer simpatizante del fascismo que llego a la presidencia, pero no contaba con un programa político definido y menos aún con una doctrina establecida. Al poco tiempo fue asesinado por un aprista por lo que su intento por implantar el fascismo en el Perú quedó inconcluso. Sin embargo entre los años 1933 y 1936 el fascismo peruano es cuando presenta su mayor fortaleza e intensidad comenzando a difundirse por todo el territorio nacional a través de los órganos escritos. A finales de 1933 se crea la Legión de Camisas Negras que haría su primera aparición el 4 de noviembre de 1933 en la ceremonia de homenaje a la memoria del General Sánchez Cerro. Ceremonia que actualmente se sigue llevando a cabo por los militantes de Acción Legionaria; la Unión Revolucionaria se convierte, poco a poco, en el principal arquetipo de los movimientos fascistas en Iberoamérica.

Actualmente el partido ya no existe. Los nuevos militantes recuerdan con nostalgia aquellos tiempos de gloria que se han desvanecido en la historia. Pese a ser pocos la fuerte convicción en sus ideas los hace distinguirse entre los demás.
“A lo largo de nuestra joven vida política y como resultado de la praxis cotidiana, nos dimos cuenta que agrupándonos como partido político no íbamos a lograr ningún resultado. Puesto que ningún cambio verdadero podemos generar si es que la población no está preparada para ello. Por otro lado, ingresar al mundo político peruano, seria insertarnos a un mundo lleno de inmundicia y corrupción. Tarde o temprano el sistema terminaría por devorarnos con el nefasto requisito de la ley de partidos políticos sobre democracia interna, destruyendo nuestra organización interior, poniendo a líderes que simpaticen con ellos y por ende el posible rompimiento abrupto de lo hasta entonces logrado. Y ese es el porque el sistema de partidos ha colapsado. Sumado a que la economía se ha trasladado al terreno de la política, transformando a los partidos en entidades financieras generadoras de puestos de trabajo que velan por sus propios intereses, la desideologización de los partidos, y el alejamiento del elemento científico de los mismos. Es decir, las personas letradas en sus materias, han dejado lo que hoy en día vemos que son los partidos políticos, una vergüenza para sus fundadores”. Sentenció el jefe supremo de la agrupación quien dirige la organización, Lucio Rovegno.
Prefieren ser una asociación cultural, para tener más libertad de acción y más posibilidades de realmente hacer algo por la patria.
CAMARADERÍA
Dentro del grupo hay una jerarquía y se dividen en tres. El estado mayor conformado por el jefe supremo quien dispone de las actividades y las dirige. El comandante nacional quien administra las tropas, y los líderes de cada sección (líder de prensa y propaganda, de afiliación, de seguridad, de tesorería y logística, etc.). El estado menor y las escuadras que están conformadas por quince legionarios incluyen el líder de escuadra. Su estructura es como la de un pequeño ejército puesto que la marcialidad es una de sus características.
La religión no es un tema que afecte de alguna manera la fraternidad entre los miembros del grupo, puesto que existe una libertad de culto y respeto hacia las creencias personales de cada uno. La mayoría de los integrantes son hombres de entre 19 a 28 años. Solo hay dos mujeres militantes a quienes se les trata sin ninguna distinción con los varones salvo para ciertas tareas que realizan como la de pega de carteles en las calles a altas horas de la madrugada, es más por un tema de seguridad mas no de discriminación.
El uso de sus distintivas camisas negras proviene de la representación del uniforme minero italiano, puesto que el fascismo proviene de allá. En otros países como España usaban el color azul por sus obreros de la industria, en Rumania era de color verde porque sus campesinos y en Perú se adopta el color negro por tradición ya que los fascistas del siglo XIX se encontraban en un época de cambio, cuando varios valores se estaban perdiendo. Es por eso que adquiere una connotación espiritual que expresa un sentimiento de luto por lo que se elige ese color.
Utilizan la Plaza San Martin como punto de reunión para exponer sus ideas ante los transeúntes. Colocan previamente el evento en las redes sociales para que los interesados asistan y puedan escucharlos. Es así como logran obtener algunos nuevos militantes también. De momento este es el único lugar en donde hacen reuniones públicas, por lo general sus reuniones son privadas y se realizan en la casa de algunos miembros de alto cargo que en su mayoría residen en el distrito de Jesús María.

El joven legionario aspira ser culto, tener valores como el respeto, solidaridad, responsabilidad, laboriosidad, puntualidad, obediencia, como también conservar los valores familiares que en la actualidad se están perdiendo y todo esto en favor de la sociedad. Es por eso que en ocasiones realizan labor social brindando seguridad o ayudando en el orden en algunos distritos para dar testimonio de vida y ser coherentes con su ideología.
“El año pasado estuvimos en San Juan de Miraflores brindando seguridad gratuita a una comunidad religiosa italiana que realiza una especie de rifa en donde por dos soles puedes ganar cosas bastante buenas como casacas de marca, polos, camisas, zapatos,etc. Fuimos a darle seguridad porque en años anteriores habían saqueado el evento”, declaró Rubén Paredes.
EL ESTIGMA
A diario los integrantes de esta agrupación reciben comentarios o chistes de mal gusto como: “son un grupo de nazis”, “de seguro adoran a Hitler”, “antisemitas, no volverán las cámaras de gas”, “están en contra de la unión civil y la homosexualidad, deben ser marionetas de Cipriani”, y cosas por el estilo de diversas personas que desconocen su actuar y cosmovisión. Y no es de extrañarse ya que por lo historia el fascismo es asociado a la infame figura de Adolf Hitler y todo lo que este hizo. Por eso la mayoría de personas creen que son un grupo de inadaptados, fanáticos que discriminan a todo aquel que no es ario, cuando en la práctica es totalmente lo contrario y tratan de demostrarlo con las actividades anteriormente mencionadas.
En ciertas ocasiones han tenido discusiones con grupos LGTB porque a su parecer estos destruyen los valores familiares y van en contra de la moral, pero jamás se ha llegado a más que un intercambio de palabras, “No somos violentos, pero si nos agreden estamos más que dispuestos y preparados para defendernos”, dijo Alberto Casanova otro militante de Acción Legionaria, quien es judío y asegura que nunca ha recibido alguna clase de ataque o burla hacia sus creencias ni a su persona por ser judío, “todos son amables conmigo y me demuestran su compañerismo”, afirma.
Y si creían que llevaban una esvástica puesta en su hombro, pues no, su simbología es un cetro Inca a la izquierda, que representa a toda la identidad andina, su cultura, su religiosidad, su historia y tradiciones.

La espada a la derecha significa todo la fase Imperial Hispánica en donde el Perú alcanzó su máxima expansión. Representa también la hispanidad, su cultura, religiosidad, fuerza y tradición. El Fascio en el centro, además de ser símbolo de la unidad de estas dos tradiciones (andina e hispánica), representa el ideal del Fascismo peruano y el auténtico nacionalismo, el de la unidad en la diversidad. Finalmente, la frase que los guía en su lucha, Veritas Vincit, que significa "la verdad siempre a de vencer". Su escudo encarna la voluntad de avanzar en pos de un solo objetivo, la grandeza de la Patria.
Es así como esperan poder cambiar la mala imagen que los demás tienen de ellos. Es así como pretenden dejar atrás un pasado nefasto para dar paso a un presente nuevo y reformado. Al terminar la conversación con Rubén, le di las gracias por concederme la entrevista y facilitarme la entrada a las reuniones. Nos paramos, estrechamos nuestras manos y nos dimos con una cordial sonrisa. Lo acompañe hasta su paradero. Una vez dentro del autobús y antes de sentarse alza su brazo como lo hacían lo antiguos
romanos, a lo que yo amigablemente respondo repitiendo el gesto y exclamando Veritas Vincit. El carro avanza y lo pierdo de vista, pero en mi cabeza ronda una pregunta, ¿será acaso que los camisas negras realmente puedan salvar al país?. Analizo mi pregunta y acepto que es una utopía, sin embargo de algo estoy seguro y es que de una u otra forma estos muchachos traen y hacen algo diferente a esta sociedad que sigue hipnotizada por la televisión, rehusándose al cambio porque está acostumbrada a la mierda, tal vez ya es hora de volver a salir a las calles como solían hacerlo nuestros abuelos.