LA CALLE ES MI ESCENARIO
UN AMIGO FIEL
¡Al que no aplauda, lo beso!, repite eufórico Jorge quien se gana la vida alegrando a muchas personas junto a su fiel amigo Kolín, conocido también como el perro bailarín.

.UN POCO DE SU HISTORIA
La calle es su escenario y la gente curiosa, los espectadores, quienes aplauden al compás de la música, mientras kolín baila, salta o se hace el muerto.
Niños, jóvenes y viejos depositan monedas dentro de una lata oxidada que espera llenarse pronto.
Jorge y Kolín viajan asiduamente y sin conocer se dirigen a ciudades diferentes.
Hoy están en la fría Lima que los ha acogido con los brazos abiertos. ¿Pero mañana?, mañana no saben a donde ir.
Jorge viste pintorescos trajes que evocan al payaso de su pasado llamado Koketín, y aunque en sus 52 años haya sacado miles de sonrisas, él no sonrie después del show.
Sus ojos brillantes y la sonrisa pintada engañan a cualquiera, nadie se imagina que el gran koketín, es un payaso infeliz que vive en amarga soledad, adicto al alcohol que terminó por destruir todo a su alrededor.
Él aceptó darme minutos de su tiempo, claro que para eso tuve que comprar un pequeño librillo verde que tenía en la portada su rostro sonriente.
Estaba lleno de adivinanzas, preguntas capciosas y sobre todo chistes, que él mismo realizó y vende solo a dos soles, después del espectáculo.
Cuando me acerqué y le dije que estudiaba periodismo, sonrió.
No te olvides de los cómicos ambulantes nunca, me dijo.
Cada vez nos cuesta más conseguir trabajo y por eso la calle es nuestro único escenario, claro si es que no nos botan.
Cuando era joven me gustaba trabajar en los circos, se ganaba mucho pero hoy ya casi nada.
Ahora prefiero ser independiente. Me gusta viajar y conocer, pero siempre regreso a mi Ayacucho querido, confiesa.
Y en Lima, ¿dónde se está quedando?
Bueno, entre cómicos nos ayudamos, tengo muy buenos amigos con los que he trabajado antes.
Por ahora me quedo en la casa de uno de ellos que me acepta con mi cola (Kolín).
¿Desde cuando tienes a Kolín y como así está tan bien entrenado?
Desde hace 5 años aproximadamente, él era cachorro y estaba solo en la calle igual que yo.
Me siguió y hasta el día de hoy no nos hemos separado.
Yo lo entrené como jugando, pero él me hacía caso, entonces lo tomé enserio y le enseñe todo lo que hace ahora.
Él me roba el show, es mi compañero fiel y lo mejor que tengo.
¿Alguna anécdota graciosa que hayan pasado juntos?
Si… muchas. Pero ahora se me viene a la mente una, estabamos en Arequipa, él seguía a una perrita.
Yo me distraje buscando un lugar para comer y él derrepente ya no estaba.
Lo busqué sin alejarme mucho porque no conocía bien el lugar, era la primera vez que iba, estaba preocupadísimo.
A la gente que pasaba le preguntaba si lo habían visto dandole sus descripciones, todos me decían que no.
Hasta que él me encontró a mi, vino con la lengua afuera y lo primero que hizo fue echarse a dormir.
Recuerdo que estaba molesto pero cuando lo vi sentí una sensación de serenidad inexplicable. Mi koketín tenía necesidades que cumplir.
Ya son varias veces que ha pasado lo mismo pero ahora es distinto.
Él es como un hijo que uno espera cuando sale a jugar, estoy tranquilo porque sé que va a llegar.
¿Extrañas a tu familia?
Si como no voy a extrañar a mis hijos, dice con el rostro apenado.
Lo recuerdo muy bien, él con su mano en mi hombro, me dijo:
Eres joven y simpática, no eches tu vida a perder, pues lamentablemente siempre se valora lo que se tiene muy tarde, cuando ya está perdido o muy lejos de ti.
Percibí que se refería a su familia y no quise tocar más el tema.
Así terminó la entrevista.
Él arreglaba su mochila negra, depositando en ella los juguetes que había utilizado en el show.
La puso en sus hombros y emprendió la marcha hacia una nueva aventura.
Así los vi por última vez, perdiendose entre la multitud del Jirón de la Unión.

TODO NO FUE FELICIDAD
Los cómicos ambulantes empezaron a hacerse populares en nuestro país en los años 70 y 80, pero fue en los 90 que tomaron protagonismo en la televisión peruana, ganando hasta 50 puntos de raiting.
Este fue el momento cumbre de "Waferita", "Pompin", "Tornillo", "Jofre", "Cara de Chancho", "Pimpollo", "Jhonny Carpincho", "Bibi Wantan", "Cholo Jacinto", "Fosforito", "El Cholo Juan", "Cotito", "Cachay", "Tripa", Kike Suero, Danny, "Lonchera", y otros.

Muchos de ellos ya fallecieron como el recordado “Tripita” considerado por sus colegas el maestro nobel decano de las calles y lo recuerdan como uno de los grandes pioneros.
El todavía comediante, “El Cholo Juan”, en un reportaje de Al sexto Día, confiesa entre lágrimas, el dolor que aún siente.
Nos sacaron así no más, como los programas que hay ahora se despiden a nosotros no nos dieron esa oportunidad, ¡que tal lisura!, pero acá la gente nos quiere y con eso nos sentimos contentos.
Sin embargo esa no fue la única tristeza que pasaron los cómicos ambulantes. Siempre han tenido problemas con los lugares donde se presentaban pues de varios los han sacado.
Primero fue la plaza San Martín, el alcalde de ese entonces, Alberto Andrade, por una reinaguración hizo que se vayan los cómicos al parque universitario.
De ahí, años más tarde, por orden del alcalde Castañeda Lossio, policías y serenos sacaron a la fuerza a los comediantes de ese lugar utilizando hasta bombas lacrimógenas.
Finalmente Susana Villarán, les brinda la Alameda Chabuca Granda como el escenario que les corresponde, y hasta ahora esperan que ya nadie intente sacarlos de allí.
Todos los días se presentan apartir de las 6 de la tarde, llenando siempre todas los asientos posibles.
Pero no empiezan sin antes cobrar, y al que no paga, ¡ay! este desearía haber pagado desde el principio pues sería víctima de sus chistes más crueles pero a la vez graciosos.
Y así comienza el show señores, entre risas y aplausos, se agradece el buen trabajo.
